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lunes, 31 de octubre de 2016

¿SERÁ ÉSTA LA LÁPIDA DE JESUCRISTO?



La lápida original del lugar donde la tradición cristiana sitúa la tumba de Jesús ha quedado al descubierto por primera vez en cinco siglos después de que un equipo de expertos griegos haya retirado la lastra que la cubría desde tiempos de Bonifacio de Ragusa en el siglo XVI.

«Bonifacio cubrió la tumba con la lastra actual», explicó ayer el franciscano fray Artemio Vítores, quien fuera custodio adjunto de Tierra Santa y que agrega que, al mover la lastra, «ahora se ha visto de nuevo la piedra original».

El descubrimiento forma parte de los trabajos de renovación hechos esta semana en el Santo Sepulcro en Jerusalén, a cargo de Antonia Moropoulou, profesora de la Universidad Nacional Técnica de Atenas, y que están en marcha desde junio pasado. La última vez que se pudo ver la losa original de la tumba de Jesucristo fue en 1555, durante unas obras ordenadas por el entonces custodio, Bonifacio de Ragusa. Fue éste quien ordenó cubrirla con una losa para protegerla y pidió «una partida en dos para que pareciera inservible y no la robaran», sostiene Vítores, quien prepara un libro sobre la historia del lugar más santo para el cristianismo, situado en el corazón de la ciudad vieja de Jerusalén.

Científicos de la Sociedad Nacional Geográfica aseguran que el acceso a la tumba permitirá explicar por qué Helena, la madre del emperador romano Constantino, decidió que esta tumba era la última morada de Jesucristo tras identificarla durante unas excavaciones en el año 326. Los investigadores encontraron una gran cantidad de material de relleno bajo un revestimiento de mármol instalado en 1555 en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén.

El arqueólogo Fredrick Hiebert explicó que «se llevará a cabo un prolongado análisis científico, pero finalmente podremos ver una superficie de la roca original donde, según la tradición fue puesto el cuerpo de Cristo».

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